Archivos para el mes de: septiembre, 2020

HERÁCLITO

Heráclito de Éfeso; Éfeso, 540  a. C.-ibidem, 480 a. C., ​ fue un filósofo griego presocrático nativo de Éfeso, ciudad de Jonia, en la costa occidental del Asia Menor (en la actual Turquía y luego parte del Imperio persa).

Nació en el seno de una familia aristócrata, pero evitó su vida privilegiada convirtiéndose en un filósofo ermitaño autodidacta. La obra de Heráclito es completamente aforística y se le atribuye un libro titulado Sobre la naturaleza (περὶ φύσεως). Como de los demás filósofos griegos anteriores a Platón, no quedan más que fragmentos de sus obras, y en gran parte se conocen sus aportes gracias a testimonios posteriores.

Fue conocido también como El Oscuro de Éfeso debido a la naturaleza oracular y paradójica de su filosofía.

La verdad no es algo que podamos encontrar fácilmente, sino que  es un principio o arché. Este habita en todas las  cosas, pero no se muestra en ninguna de ellas. Es invisible y al mismo tiempo recoge todo lo que vemos… No bastan los sentidos para comprenderla.

Sin el pensamiento no se entiende este vínculo que hay entre  todas las coas, que es invisible, y que par a los sentidos no es más que una ilusión

Heráclito se distancia de toda opinión

El parecer es uno: enfermedad sagrada

No hay que hablar y actuar como hijos de nuestros padres

No solo no nos conviene fiarnos de nuestros sentidos sino tampoco  de lo que comúnmente se piensa y se dice, en las normas, valores y hábitos  que damos por válidos solo porque los compartimos  o porque los defiende una autoridad

Si detenemos la mirada en las cosas  que se muestran  a través de los sentidos, no nos damos cuenta de su auténtica naturaleza. ( Doxa)

Las cosas que no logramos captar con los sentidos, y que permanecen ocultas, el vínculo  que les da sentido, que es invisible y que es profundo; es la verdadera realidad. ( Verdad)

La base para comprender la realidad es el logos

De este logos que existe siempre, resultan desconocedores los hombres, tanto antes de oírlo como tras haberlo oído a lo primero, pues, aunque todo transcurre conforme a ese logos, se asemejan a inexpertos teniendo como tiene experiencia de dichos y hechos…

Logos es algo que se escucha, pues logos significa también discurso, lenguaje, palabra. Pero también pensamiento, razón. Es una ley eterna, el principio de la totalidad de lo real.  La unidad de la physis. Es el pensamiento cuya misión es sacar a la luz la verdad, arrancarla de la oscuridad.

Pensar es la mayor virtud y  la sabiduría  consiste en decir la verdad y obrar escuchando la naturaleza

El logos eterno gobierna el ser de las cosas, habita en el hombre y se refleja en su pensamiento. Por eso podemos encontrar en nosotros mismos la voz del logos

Me indagué a mí mismo

Las cosas en el espacio nacen y mueren continuamente  en el tiempo. El logos del alma no. 

Para Heráclito en la realidad siempre se dan opuestos; el mismo objeto puede tener  simultáneamente propiedades contrarias

Camino arriba, camino abajo; uno y el mismo

Pero la experiencia, cuando se sitúa bajo la luz del logos, permite ver como los distintos que se muestran opuestos  entre sí, no se pueden concebir el uno sin el otro. Los opuestos, pues, coinciden, están vinculados entre sí en tanto que opuestos y constituyen la realidad misma. . Cada cosa es ella misma y no las otras. Ser y no ser, se hallan presentes en todo. Esa es la esencia del devenir, el vínculo entre los opuestos.

Todas las cosas se mueven y ninguna permanece inmóvil

No podrás sumergirte dos veces en el mismo río

El devenir es en el mundo visible lo que une a los puestos, es el ritmo que marca el paso de un opuesto a otro. Pero el logos tiene la función de recoger esos opuestos en el modo en qué se muestran en el mundo de los fenómenos.  Los opuestos se suceden uno tras otro La noche se encuentra contenida en el día, se  co- pertenecen  y la noche por tanto, sucede en cada momento del día y viceversa.  Cada cosa es por tanto, idéntica a sí misma y diferente a la vez. Lo uno y lo múltiple cohabitan.  Y esta es la base del devenir. Todo fluye.  El río siempre es diferente y sin embargo es el mismo. 

El devenir es el ritmo que  hace visible la síntesis de lo diferente, la identidad de lo múltiple

La oposición lo gobierna todo, es el vínculo que aporta orden.  Y por eso es un aspecto del logos y no de la physis.  La armonía visible reposa sobre una armonía más profunda, que no cambia, que no nace y que no muere.  Por eso tenemos  que ir más allá del mundo de los fenómenos.

Luego no son los sentidos sino el logos quien puede comprender el vínculo divino e invisible que existe en las cosas. El uno se hace múltiple, pero queda recogido en ese vínculo eterno.

Y esto es lo que Heráclito lega la filosofía  occidental y que, pasando por Platón, no nos ha abandonado.

PARMÉNIDES

Parménides nació en Elea, hacia el 540 antes de Cristo aproximadamente, donde residió hasta su muerte el año 470. Se dice que fue pitagórico y que abandonó dicha escuela para fundar la suya propia, con claros elementos anti-pitagóricos.

Escribió un largo poema en el que el autor realiza una serie de invocaciones para conseguir el favor de una diosa no identificada con el objeto de poder acceder al verdadero conocimiento, Parménides nos expone su doctrina: la afirmación del ser y el rechazo del devenir, del cambio. El ser es uno, y la afirmación de la multiplicidad que implica el devenir, y el devenir mismo, no pasan de ser meras ilusiones.

El poema expone su doctrina a partir del reconocimiento de dos caminos para acceder al conocimiento:

-la vía de la verdad y

-la vía de la opinión.

Sólo el primero de ellos es un camino transitable, siendo el segundo objeto de continuas contradicciones y apariencia de conocimiento.

Ea, pues, que yo voy a contarte (y presta tu atención al relato que me oigas)

los únicos caminos de búsqueda que cabe concebir:

el uno, el de que es y no es posible que no sea,

es ruta de Persuasión, pues acompaña a la Verdad;

el otro, el de que no es y el de que es preciso que no sea,

este te aseguro que es sendero totalmente inescrutable.

La vía de la opinión parte, dice Parménides, de la aceptación del no ser, lo cual resulta inaceptable, pues el no ser no es. Y no se puede concebir cómo la nada podría ser el punto de partida de ningún conocimiento. («Es necesario que sea lo que cabe que se diga y se conciba. Pues hay ser, pero nada, no la hay.») Por lo demás, lo que no es, no puede ser pensado, ni siquiera «nombrado». Ni el conocimiento, ni el lenguaje permiten referirse al no ser, ya que no se puede pensar ni nombrar lo que no es. («Y es que nunca se violará tal cosa, de forma que algo, sin ser, sea.»). Para alcanzar el conocimiento sólo nos queda pues, la vía de la verdad. Esta vía está basada en la afirmación del ser: el ser es, y en la consecuente negación del no ser: el no ser no es.

«Y ya sólo la mención de una vía

queda; la de que es. Y en ella hay señales

en abundancia; que ello, como es, es ingénito e imperecedero,

entero, único, inmutable y completo.»

Afirma Parménides en estas líneas la unidad e identidad del ser. El ser es, lo uno es. La afirmación del ser se opone al cambio, al devenir, y a la multiplicidad. Frente al devenir, al cambio de la realidad que habían afirmado los filósofos jonios y los pitagóricos, Parménides alzara su voz que habla en nombre de la razón: la afirmación de que algo cambia supone el reconocimiento de que ahora «es» algo que «no era» antes, lo que resultaría contradictorio y, por lo tanto, inaceptable. La afirmación del cambio supone la aceptación de este paso del «ser» «al «no ser» o viceversa, pero este paso es imposible, dice Parménides, puesto que el «no ser» no es.

El ser es entero, es decir no puede ser divisible, lo que excluye la multiplicidad. Para admitir la división del ser tendríamos que reconocer la existencia del vacío, es decir, del no ser, lo cual es imposible.

El ser es inmóvil, pues, de lo visto anteriormente queda claro que no puede llegar a ser, ni perecer, ni cambiar de lugar, para lo que sería necesario afirmar la existencia del no ser, del vacío, lo cual resulta contradictorio.

El ser al que se refiere Parménides es material, por lo que difícilmente puede ser considerado éste el padre del idealismo. El hecho de que Platón, posteriormente, aceptando los postulados parmenídeos, identificara a ese ser con la Idea, no debe ser extrapolado históricamente hasta el punto de llegar a afirmar que Parménides interpretaba el ser como algo no material. La afirmación de que  el ser es Uno, finito, parece indicar claramente una concepción material del ser.

El Ser:

Unidad. El ser no puede ser más que “uno”, si fuera otra cosa distinta al “uno” sería el no-ser.

Indivisible. En relación a la unidad, el ser es indivisible y compacto. El vacío sería el no-ser, y el no-ser no existe.

Finito. El ser es finito y esférico. Estas ideas probablemente las tomó de los pitagóricos, que relacionaban dichas características con lo determinado.

Inmutable. El Ser no puede cambiar. Si el Ser cambia o se mueve deja de Ser.

Indestructible. El Ser es, si deja de ser ya no puede ser el Ser.

Ingénito. El Ser no ha podido ser engendrado, ya que entonces habría sido creado por el No-ser, y el No-ser no existe.

Por lo demás, la asociación de la vía de la verdad con el pensamiento racional y de la vía de la opinión con la sensación parece poder aceptarse, aunque sin llegar a la claridad de la distinción que encontramos en Platón. Efectivamente, Parménides afirma en el poema la superioridad del conocimiento que se atiene a la reflexión de la razón, frente a la vía de la opinión que parece surgir a partir del conocimiento sensible. Pero el conocimiento sensible es un conocimiento ilusorio, apariencia. Podemos aceptar pues que Parménides introduce la distinción entre razón y sensación, entre verdad y apariencia.

El pensamiento filosófico de Parménides, puede resumirse en una serie de premisas:

La realidad es única, y de ella no puede surgir la multiplicidad.

Negación del cambio. El cambio y el movimiento no pueden existir, son simples ilusiones.

Primacía de la verdad (o razón) sobre la opinión (o sentidos). La realidad se relaciona con la razón.

El primer principio no es otro que el Ser: Lo que es, es. Lo que no es, no es.

Parménides es considerado como el primer metafísico y fundador de la ontología, por ser el primero que sitúa al ser o al ente como principio. Su poema supone, además, un uso de la dialéctica y de la deducción lógica totalmente novedoso en su época.

CRITERIOS CALIFICACIÓN  2º BACH.

80% EXAMENES

20% TRABAJOS  (10% voluntario y 10% obligatorio)

El alumno habrá de responder obligatoriamente a un examen del autor modelo EBAU para poder presentarse al examen.

Cada autor tiene el mismo porcentaje de la nota global (25 %)

Si bien las notas se ponen en las evaluaciones (3), habrá 4 notas para la media del curso (una de cada autor)

En cuanto a la CORRECCIÓN LINGÜÍSTICA se aplicará:

ORTOGRAFÍA: 0.5 PUNTOS

Se restarán  a la nota

_0,10 por cada falta de ortografía

_0.25 por cada 4 tildes

EXPRESIÓN: 0.5 PUNTOS

Se restarán a la nota los errores de  cohesión, coherencia y capacidad argumentativa.

CRITERIOS DE CORRECCIÓN

1ª CUESTIÓN (Hasta 2 Puntos)

Salvo que la pregunta solicite, excepcionalmente, la reconstrucción de un argumento a partir de un enunciado concreto del texto, su formulación invariable se expresará en estos términos:

«Sintetiza las ideas del texto mostrando en tu resumen la estructura argumentativa o expositiva desarrollada por el autor».

En cualquiera de sus dos posibles formulaciones –invariable o a partir de un enunciado concreto del texto– se debe valorar la capacidad para mostrar con claridad la estructura argumentativa o expositiva del texto.

De acuerdo con el criterio general precedente, la síntesis que se pide como respuesta debe mostrar que se ha comprendido:

1. Cuáles son las ideas o los argumentos principales del texto.

2. Cómo se relacionan entre sí dentro de su estructura expositiva o argumentativa para llegar a la tesis o conclusión general.

Valoración: Los dos criterios valen por igual, hasta 1 punto cada uno.

2ª CUESTIÓN (Hasta 2 Puntos)

«Define el (los) término(s relacionados) ..…, partiendo de la información ofrecida por el texto y completándola con el conocimiento que tengas de la filosofía del autor».

Se debe valorar la capacidad para definir términos filosóficos, o expresiones, analizándolos a partir de su uso en el texto del examen.

1. La respuesta debe incluir expresamente una definición del término propuesto (o, en su caso, de los dos propuestos, aclarando su relación).

 2. La definición debe ser elaborada a partir de la información ofrecida por el texto, haciendo referencias explícitas al uso del término o los términos en el mismo.

3. La explicación del término o de los términos se debe complementar con el conocimiento general sobre ellos derivado del estudio de la filosofía del autor.

Valoración: Los tres criterios valen por igual, hasta 1/3 de los 2 puntos cada uno.

3ª CUESTIÓN (Hasta 5 Puntos)

«Redacción sobre un tema de la filosofía del autor del texto».

Se debe valorar la capacidad para desarrollar el tema propuesto centrándose en su formulación concreta y aplicando su conocimiento general del texto completo y de los autores trabajados en clase.

1. Los contenidos de la Redacción deben centrarse en responder a la formulación concreta del enunciado, sin digresiones innecesarias e incluyendo en su desarrollo la explicación y justificación de las ideas expuestas.

2. La exposición de la Redacción debe ser, a su vez, clara y ordenada.

Valoración: El primer criterio se valorará hasta 3,5 puntos y el segundo hasta 1,5 puntos.

4ª CUESTIÓN (Hasta 1 Punto)

«Comenta brevemente cualquier aspecto del pensamiento del autor del texto que juzgues importante en alguno de estos sentidos: por su relación con el de otros filósofos, con hechos históricos relevantes (especialmente si son coetáneos del autor o tienen relación con su vida) o con rasgos significativos del mundo contemporáneo».

Se debe valorar la capacidad para aplicar o relacionar el pensamiento del autor con cualquiera de los aspectos sugeridos en la cuestión.

1. Se valorarán los contenidos de interés filosófico expuestos.

2. Se valorará la originalidad de la propuesta del alumno o la alumna y su exposición reflexiva y justificada, evitando respuestas memorísticas o estereotipadas.

Valoración: hasta 1 punto.

TEMPORALIZACIÓN.

En el primer  trimestre se explicará la Filosofía griega y medieval. (Platón) y se comenzará con la medieval, renacentista y moderna (Descartes )

En el segundo trimestre acabaremos con el material del primero y continuaremos con la Filosofía  de la Ilustración y contemporánea (Nietzsche)

El tercer  trimestre se dedicará a Simone de Beauvoir